6:45. Me despierta el ruido de mil cristales rompiéndose a la vez. Me froto los ojos. Ya están vaciando el contenedor del vidrio que hay debajo de casa. Otra vez ¿La gente por qué recicla tanto? Yo es que a estas horas todavía soy demasiado inmadura como para pensar en el medio ambiente. Perdón. Supongo que también influye que no me gusta despertarme con ese ruido atronador. A mí lo que me gusta es que me despierte el olor a café recién hecho. Café recién hecho por cierto actor américano cuyo nombre artístico empieza por Brad y termina por Pitt. Lo cual ocurre con poca frecuencia no ocurre nunca, para qué engañaros.

6:50. Enciendo la radio Alexa, pon Herrera en Cope a ver si las monótonas noticias del día consiguen que duerma media hora más. Doy un par de vueltas en la cama abrazada a mi nórdico (me refiero al edredón, no a un señor rubio del norte de Europa), pero no consigo mi objetivo. Me desvelo del todo al escuchar que han inventado un microchip para implantar en el cerebro de la gente que suele olvidarse de las cosas, no por despistados, si no por mala memoria. Monto en mi cabeza la campaña de marketing y un spot: “Pida cita esta semana para implantarse nuestro ‘Recuperador de Memoria’ y llévese gratis dos botellas de Jägermeister. Podrá comprobar los efectos del diminuto microchip a la mañana siguiente. Si no queda satisfecho tiene lagunas, le devolvemos su dinero«.
7:00. Mi cabeza ya está activa, así que me levanto y enciendo la cafetera (otro día más sin que Brad Pitt me haga el café). Leo en Twitter las mismas noticias que me ha contado Alexa Carlos (Herrera) y alguna tontería más. En Twitter hay muchos maestros de todo.
7:30. Salgo a correr. Nada más poner un pie en la calle me congelo (un poco ) «¡¿Cómo es posible? ¡Si hace sol!», «Sí, pero por las mañanas hay mucha humedad, que estamos en septiembre, Palo!». Me encanta hablar sola conmigo misma. Sobre todo cuando corro.

8:35. Vuelvo a casa renovada y con la cara más colorada que una panadera victoriana. Lo más duro no es haber corrido 10K, lo más duro es intentar hacer el último tramo esquivando a los señores guapos y trajeados que se dirigen a sus puestos de trabajo. «Que nadie me vea con esta pinta».
8:45 Me doy una ducha que dura mucho más de lo sostenible para el medio ambiente. Todavía estamos en horario inmaduro.
9:05. Me preparo el desayuno de siempre, pero no por ello menos rico: tostadas con aguacate, salmón ahumado y pimienta. A día de hoy, lo único a lo que me comprometo a amar y respetar todos los días de mi vida es a este desayuno.

9:25. Me hago otro café, enciendo la lámpara del escritorio y me siento delante del ordenador.
12.30. Interrupción romántica. Llega a casa el objeto de mis amores de la mano del repartidor de Amazon. En este caso el objeto de mi amor son unos pantalones cortos para correr mi próxima carrera. Victoria del consumismo. Nunca se tiene demasiada ropa de deporte.

14:00. Abro la nevera para decidir qué como y veo que solo hay salmón ahumado, aguacates, un bote de pepinillos y medio limón. Aviso a una amiga para decirle que la invito a comer fuera porque este es el tipo de amiga que soy: generosa. Nueva victoria para el consumismo.
15.30. Voy al súper.
15:45. Llego a casa, lleno la nevera y me paso el resto de la tarde en el ordenador.
17:45. Hago una pausa para leer un artículo en una revista mientras me como tres onzas de chocolate negro. La vida mejora con chocolate. Da igual a qué hora leas esto.
19:05. Me llama una amiga a la que hace tiempo que no veo y me pregunta que si le acompaño a comprarse un vestido para un bautizo y después tomarnos un vino y ponernos al día. Le digo que sí. Otra victoria para el consumismo.
21:20. Ya en casa, me preparo una ensalada deliciosa y mientras me la zampo, empiezo a teclear en el ordenador: ‘UN DÍA CONMIGO’… y dejo que las manos continúen solas.

22:30. Por consideración al fresco que ya hace, me preparo una infusión y me envuelvo en una manta tan mullida como el lomo de una oveja. Me doy cuenta de que debería bajar la basura. No he separado la orgánica de la inorgánica. Definitivamente hoy no he alcanzado la madurez suficiente como para preocuparme por el medioambiente.
22:35. Cambio el titular de mi post: UN DÍA (POCO SOSTENIBLE) CONMIGO.
23:15: Me acuesto y escribo en el chat que tengo con mis amigas: Os prometo que como me muera sin ligarme a Brad Pitt, me voy a llevar un disgusto tremendo (aparte del disgusto de morirme) y denunciaré a Mr. Wonderful por hacerme creer en mis sueños.
BRAVO!!!!!
Estupendísimo día (poco sostenible) el que hemos pasado contigo hoy.
Alexa, en mi caso, siempre me pone a Herrera (Carlos), cuando le digo «Pon la radio». Esta bien eso. Mujer lista.
Sigue disfrutando de días así. Y de vez en cuando, cuéntanoslos. Que los fanes siempre agradecemos esta información, desde los tiempos de la Super PoP
Me encanto tu día sostenible y lleno de actividad.
Disfruté y copiaré ese exquisito desayuno aunque no comparta, ese amor tan intenso x Brad Pitt y además creo que él se lo pierde si no eres correspondida jeje
Me admire de tantas actividades realizadas . Menos mal que era un día poco sostenible
Jeje
X vierto, dicen que hablar con uno mismo, x tanto, no sola jeje, es de personas inteligentes
Sorprendemos pronto con otro post que tanto nos gustan a tus fanes