Aunque haya sido un verano de mierda (pido perdón por el vocabulario, pero no encuentro mejor adjetivo), tengo la suerte de que para mí también ha sido un verano feliz, por diferente, supongo. Siempre intento mirar el lado ‘bueno’ de las cosas y de este verano me llevo muchos momentos que me han encantado y que en circunstancias normales no habría disfrutado igual. Disparo:
– Levantarme pronto sin alarma, desayunar con calma, hacer deporte, escribir este post…
– Trasladarme medio verano a la casa de verano de mis padres mi casa con mi familia, ir a por el pan dando un paseo y volver a casa con la mitad de la barra en mi estómago, bañarme en la piscina a las 9 de la noche, welcome alergia, welcome antihistamínicos olor a hierba recién cortada…
– Conocer otra Ibiza, la de las rutas de running mañaneras y calas MUY escondidas.
– La puesta de sol en Es Vedrá, que también entra dentro del plan de Ibiza, pero que se merece un párrafo para ella sola.

– Sentirme útil en una regata porque, además de aportar mi compañía, me dejaron llevar la cuenta atrás antes de la salida (importantísimo) y hacer de contrapeso con mi body serrano.
– Terminar un puzzle de 500 piezas.

– PCR Negativa: SUBIDÓN.
– Volver a ver a mis padres después de un mes de agosto muy movido y una cuarentena de última hora.
– Comer mucho y muy rico.

– Unos días de ‘Surf Camp’ con amigas. Nuevo hobbie.
– No hay verano sin cachopo Asturies.
– Una caña bien tirada, beber vino, mojar el pan en la salsa, lluvia de Estrellas.

– Reunirme con algunas de mis personas favoritas de Madrid a las que llevaba sin ver desde febrero ❤
– Acostarme pronto un viernes de verano sin que me den los siete males, leer en la cama y disfrutar de ello.
– Llevar a enmarcar por fin esos cuadros que tenía almacenados.
– Barbacoa en la playa con puesta de sol de cielo rosa.

Todos estos momentos han sido agridulces porque al darme la vuelta siempre me chocaba con una mascarilla o sentía el tufillo a tequila gel hidroalcohólico cutre que me bajaba a la realidad. Pero me los guardo todos porque, como he dicho al principio, han hecho de este verano de mierda bandera roja, un verano feliz.