CONVERSACIONES DE ASCENSOR PRE-PUENTE A 30 GRADOS

—Qué calor hace.
—Ya ves, miedo me da cuando lleguemos a julio.
—A este paso no llegamos, necesitamos que llueva.
—La verdad es que sí y parece que la semana que viene será aún peor, ¿eh?
—Pues por ahora no tiene pinta de llover, desde luego.
—Cierto, a ver qué pasa. Bueno, me voy rápido que esta tarde me monto en el coche y pongo rumbo a Marbella, no quiero coger tráfico ¿Tú te vas a algún lado estos días?
—Me voy mañana a Santander, más fresquito, espero.
—Seguro que sí ¡disfruta!
—Tú también, nos vemos a la vuelta.

((Aplíquese también a conversaciones de vestuario, autobús, taxis, cola del supermercado o incluso semáforos)).


*A mi look de hoy lo llamaremos: “Cómo intentar volver a casa con dignidad y sin achicharrarme desde el gimnasio” y como me daba vergüenza ir así por la calle, me he pasado los 20’ del camino mirando el móvil y escribiendo este texto que no sé si tiene sentido. Por lo menos no he chocado con el mobiliario urbano.
Todo en orden.

Jude Law y un bocata de calamares.

Al cruzar la puerta, como si fuese un agujero de gusano, aparecimos en un chiringuito en el que hacían el mejor bocata de calamares de España. Sonaba Dover.

Cuando yo ya estaba a punto de darle el primer mordisco a un calamar, se presentó de la nada Sienna Miller e intentó romperme una botella de cerveza en la cabeza.

Conseguí esquivarla y me di de bruces con Jude Law, que miraba apenado mi bocata de calamares, desparramado por el suelo y lleno de arena. Me ofreció el suyo y le di un mordisco mientras su mirada azul me analizaba. Yo le devolví la mirada con esos ojos quietos que no se atreven a parpadear, como si se fuese a perder la magia en el parpadeo. Tampoco me atreví a sonreír (no os recomiendo comeros un bocata de calamares en la primera cita porque se os pueden quedar paluegos).

Con paluegos o sin ellos, me cogió de la mano que tenía libre y nos fuimos. Vivimos felices y comimos bocatas de calamares.

((Qué buena pareja hacían Sienna Miller y Jude Law, por cierto)).