GRUPOS DE GUASAP.

Ya sabéis que me caracterizo por ser, entre otras cosas, una artista de la palabra (baja Modesto, que sube Sembrada). Y si unimos las palabras a los emoticonos ya me vuelvo loca.

Yo siempre digo que los niños, los borrachos y la última conexión de guasap siempre dicen la verdad. Si esa persona está en línea y no te ha contestado, es porque le aburres, le das pereza o simplemente, no eres lo suficientemente importante en su vida. Asúmelo.

Pero bueno, hoy no vengo a traeros consejos (que para mi no tengo), sino que vengo a hablaros de los famosos grupos de guasap, esos que te absorben la batería vida y te obligan a que tengas que salir de casa cinco minutitos más tarde para darle al móvil un chupito de batería:

– En primer lugar está el grupo de tus amigos. Ese grupo se caracteriza por tener un montón de archivos de culos, playas, platos de comida, fotos de Julio Iglesias… Las conversaciones suelen girar en torno a programas basura (ahora toca Quien quiere casarse con mi hijo), comentar alguna anécdota o contar algún chiste (últimamente se estilan los de Ana Botella).

– Después está el chat de los amigos que te caen bien. En ese chat soléis hacer quedadas clandestinas y criticáis al resto de la banda. Si TÚ no tienes un grupo así, plantéate cambiar de amigos.

– Dependiendo del tamaño de tu grupo de amigos, también está el chat con los amigos que te caen súper bien, que, además, siempre terminas comentando por privado con tu mejor amiga/o; yo pensaba que la mejor amiga dejaba de existir a los 15 años, pero he de comunicaros que el guasap ha resucitado a este elemento de la infancia (se dice que la versión 985.9 de guasap resucitará también al amigo invisible).

– El chat de las despedidas de soltero/a es un caos. Cada uno propone ir a un sitio diferente y siempre hay algún accionista de Inditex al que se le ocurre la genial idea de alquilar un cohete para despedir al soltero/a en un cráter de la Luna. Lo mejor es mantenerse al margen del grupo y cuando esté todo decidido poner el emoticono de la niña con la mano levantada para apuntarse al plan.

– El chat de la fiesta sorpresa de Anselmo. Otro caos. Que si alquilamos un local, que si yo pongo mi casa, que si yo llevo tortilla con cebolla, que si yo me encargo de la tarta, que si yo llevo aceitunas y no me llaméis cutre que son rellenas, que si yo compro el regalo, que si yo tengo una bici… pues YO te aconsejo que te encargues del tema hielos; así serás más tan importante como el sorprendido Anselmo. Los hielos son pieza fundamental de toda fiesta. No hielos, no party. 

– El chat familiar. Desde que mi madre tiene guasap no dejo de recibir emoticonos de caritas sonrientes y preguntas del tipo «¿vienes a cenar a casa?» o «no vengas tarde» + emoticono de reloj.

Lo mejor es salirse del grupo y decir que en la despedida de soltera en el cráter de la Luna, un  Android alienígena te cogió el móvil un rato y que no sabes qué ha podido pasar.

Y hasta aquí el programa de hoy, corazones, que tengáis un buen fin de semana lleno de planes organizados vía Whatsapp (ya os pensabais que, como soy rubia no sabía escribirlo bien, eh?).