Cuándo hay luna llena, mis colegas y yo nos convertimos en animales. Siempre tendemos a transformarnos en el animal que mejor nos ha representado desde el último plenilunio; tengo amigas que siempre se convierten se han convertido en lobas y zorritas, también las hay que, de tanto maquillarse, peinarse y atusarse, el karma les viene de vuelta y la noche de luna llena se convierten en monas; también he visto a gente que se ha convertido en avestruz para poder esconder la cabeza. En la última luna llena yo fui una rana. Aquí os dejo nuestras fotos en pleno apogeo:
Juan se convirtió en conejo. No sé si sería porque son típicos de Pascua o por su nueva afición a Alicia en el País de las maravillas.
A Pedro le pusieron los cuernos, no digo más. Bastante humillación fue para él cargar con la cornamenta toda la noche. Un besito para Pedro.
María
es era la novia de Pedro, no se atrevió a contarle su desliz y lo negó. Se convirtió en una avestruz y estuvo toda la noche escondiéndo su cabeza en una alcantarilla.
Blanca es muy alta y nunca lleva tacones. La noche de luna llena fue la única que no se subió a la tarima de la discoteca por razones obvias.
Aquí podéis ver a Ariana, acaba de llegar de Australia después de dos largos años. Se nota.
Julio dice que estuvo dos semanas sin agua caliente en casa y que no se iba a duchar con agua fría porque se podía poner enfermo. Enfermos nos poníamos sus compañeros de trabajo cada vez que él llegaba a la oficina.
Lydia trasnochó todos los fines de semana hasta las 8 de la mañana, sin excepción.
A Arturo le daba pereza salir de la cama, recoger la cocina e ir a hacer la compra. Se convirtió en un perezoso, eso sí, se puso su camiseta de pico con la que tanto triunfa en el Dux y en La Posada.
La pobre Almudena, siempre pendiente de estar guapa, nunca salía de casa sin el rimmel puesto… La noche de luna llena consiguió ser la más «mona».
La primavera la alergia me altera; puedo llegar a estornudar doce veces seguidas, los ojos me lloran, se ponen rojos… total, que me transformé en esta ranita de ojos saltones, la próxima vez espero que me pongan un outfit más adecuado (vestido y botas, por ejemplo), ese jersey con ese
horrible color teja no se corresponde con mi imagen de bloguera rubia.
Ala, ya os he contado nuestro pequeño secreto, pero al fin y al cabo, ¿quién no saca a menudo el animal que lleva dentro?.
Las imágenes son un trabajo de Yago Partal, fotógrafo de Barcelona. Merece la pena ver toda la colección. Dice que quiere sacar camisetas y sudaderas con estas imágenes. ¡¡QUE LAS SAQUE YA!!.
He de decir que mi outfit tampoco es el más adecuado para trasnochar!! A ver que nos depara la próxima luna llena 😛
Tu llevas el abrigo de esquí. Hace mucho frío últimamente!!