9/05/2023 – Martes
Ayer fue la presentación del libro y hoy me he despertado con dolor de garganta, un tobillo hinchado y mucha resaca emocional (resaca física también, porque tengo una edad y beberse cuatro vinos con el estómago vacío a golpe de lunes, se nota, pero ese es el más leve de mis síntomas).

Estoy tan contenta que hago caso omiso de esos dolores y nada más abrir el ojo, me voy al gimnasio con una chaqueta más fina que la tela de una araña. Me duele la garganta y tengo un tobillo hinchado, repito, pero ni siento ni padezco. En realidad siento muchísimas cosas, pero la parte del alma que se encarga de sentir, está ocupada por sentimientos de euforia y felicidad. Aforo completo. Aquí no hay sitio para más, vállase usted a otro bar.
Llega la noche y estoy agotada física y mentalmente, como cuando terminé el último examen de la carrera. Me acuesto feliz y duermo como un tronco.

10/05/2023 – miércoles.
Me duele el tobillo y la garganta, pero voy a ir a correr porque soy así sigo eufórica y necesito tranquilizarme; además, correr todo lo cura.
Después de 40 minutos dándole a la zapatilla por El Retiro, tengo que volver a casa andando. El tobillo me duele MÁS (¡Qué sorpresa!).
Cruzo cojeando la calle Alcalá y me encuentro con el edificio dónde hace 35 horas fui tan feliz ¿Qué habré hecho en ese lugar para que me duela el tobillo de esta manera? —pienso— ¿Habrán sido los tacones? No creo, me los pongo cada fin de semana para desgastar las pistas de baile y nunca me lesiono ¿los nervios? ¿Los cuatro vinos de después? ¿Me habré torcido el tobillo sin darme cuenta porque estaba piripi de emociones? Un poco de todo, probablemente.
Correr todo lo cura excepto hoy, que correr ha sido un poco todo LOCURA. Me duele mucho el tobillo y está más hinchado. Esto se arregla con unos estiramientos cuando llegue a casa. Sigo recibiendo mensajes bonitos por lo del lunes. Eso sí que todo lo cura. TODO. Tengo un poco de tos.

13/05/2023 – Sábado.
El tobillo está mejor y ya no tengo tos. No voy a correr todavía, pero necesito hacer deporte porque me subo por las paredes, así que me voy a la piscina. Nado a braza como una rana 1600 metros en 40 minutos; si lo hago a croll me duele el tobillo y además, no sé. Tampoco sé si he hecho mucho o poco, pero estoy como nueva. En la piscina no hay ni música ni distracciones, solo estamos yo y mi otra yo. Me pregunto que qué tal estoy y me respondo que todo en orden, todavía arrastro coletazos de resaca emocional y eso es bueno. Ojalá arrastrarlos durante una buena temporada. Esta tarde me voy a La Coruña, así que entre brazada y brazada también hago la maleta mentalmente No te olvides las llaves como la última vez, ¡amiga!
Tengo hambre y hago memoria de lo que me puedo preparar con lo que tengo en la nevera. Gazpacho y tortilla de patata, decido. Combinación perfecta hasta que recuerdo que ayer por la noche, cuando llegué a casa, me devoré un paquete ENTERO de galletas Chips Ahoy marca blanca Carrefour con un Cola Cao, así que hago unos cuantos largos más y le propongo a mi otra yo cambiar el menú: ¡Gazpacho y piña es lo que te mereces, niña!
Llego a casa y me hago la tortilla ¡es que se van a estropear los huevos y las patatas! La verdad es que me caigo bien. Soy simpática cuando quiero y con quién quiero.

Tú, disfruta del momento.
Ya sea con gazpacho, piña, vino o con polvorones de El Toro. Porque el momento lo merece.
En cuanto al tobillo, ponte frío para que baje la hinchazón. A poder ser, desde dentro, y con cerveza helada.