Me lo he cargado. Hace poco más de una semana, Ómicron se instaló en mi cuerpo, que es como un hotel de 5* Gran Lujo.
Los primeros días, pululeaba por este gran hotel en modo incógnito, se iba a dar masajes al spa, cenaba angulas con huevos fritos y dormía entre sábanas de algodón egipcio. También llamaba sin parar al servicio de habitaciones para que le trajesen la carta de almohadas, más champú, más gel, sales de baño, la prensa del día… todo ello a mi costa, claro. El servicio de habitaciones de mi cuerpo, no daba abasto con las atenciones que demandaba el huésped incógnito y los demás huéspedes empezaron a sentirse desatendidos y a quejarse. En cuanto confirmé (➕) que ese incógnito que se había alojado en MI HOTEL era el bicho, empecé a tratarlo mal; le puse sustancias venenosas en sus angulas, le cambié las sábanas egipcias por áspero yute, etc. Lo traté tan mal que parece que se ha largado 💊💉🌡🧪➖
Y no creo que tenga ganas de volver. Mi cuerpo es un templo y se reserva el derecho de admisión. Bye! 🦠🤛🏻

Cada cosa a su tiempo, y el del bicho ya ha pasado.
Game Over!!!