Si acabas de aterrizar en este mundo y todavía no has pisado la calle, #teavisoteanuncio que: el sábado es San Valentín. Un día ñoño y cursi, que despierta tantos adeptos como haters. Dicen por ahí que San Valentín es un invento de El Corte Inglés; en ese caso, pido un aplauso (y un ascenso) al señor que se lo inventó, porque ha triunfado.
Es como la época en la que se puso de moda lavarse el pelo con champú de caballo (que no cabello); la moda no duró mucho, pero las ventas del ¿preciado? champú en Mercadona subieron considerablemente. Somos así.
Los escaparates de todas las ciudades están repletos de corazones, globos, pasteles, lencería horrorosa, fotos cursis, etc; los ‘fanes’ de San Valentín lo tienen muy fácil a la hora de regalar a su persona amada, sin embargo, los haters de San Valentín, que al final terminan regalando alguna chorradita, no lo tienen tan fácil, por eso os traigo el detalle perfecto para que agasajéis a vuestra persona preferida, sin necesidad de que vayáis en contra de vuestros principios; lo he visto en el blog de La Criatura Creativa:
Qué os parece, haters? Primera impresión de típica galleta cursi, pero con mensaje no moñas e incluso mensaje SUSTO (TENEMOS QUE HABLAR).
Qué más frases #nocursis se os ocurren para San Valentín? A mí se me ha ocurrido la siguiente: