Hay parejas que se complementan a la perfección. Y sino, que se lo digan a Philip Tseng, celestino diseñador americano, que ha hecho unas ilustraciones con algunos alimentos que NUNCA deberían divorciarse:
Los hijos de esta pareja, son las patatas fritas. De vez en cuando, me encanta encontrarme con esta grasienta familia.
Con esta pareja quedo muchos domingos. Se llevan de fábula y no pueden vivir el uno sin el otro. JAMÁS. Son el Brad y Angelina de la gastronomía.
Esta pareja es liberal, a veces el café cambia a su compañera donut por unas galletas, una magdalena o incluso, se queda solo.
Estos dos me encantan. Se quieren tan fuerte que hasta son cursis y posan haciendo el corazón!!
Aunque la leche es un poco INFIEL la desgraciada.
Las tostadas con mermelada son tan cuquis como Mickey y Minnie.
Estos dos lo dejan seguro. No pegan nada.
Piña y pavo será el nuevo melón con jamón? Estos americanos hacen unas mezclas muy raras (no como nosotros que mezclamos MELÓN con JAMÓN, por el mero hecho de que riman).
Este matrimonio SÍ, hasta que mi estómago la muerte los separe.
Con estos he quedado el sábado para ir a ver Jurassic World! QUÉ NERVIOS!!!
Esta sí que es la reina de los bailes americanos. Costillas + mazorca de maíz a la parrilla (ribs & corn, suena mejor?).
Este matrimoño es bastante independiente… Cada uno por su lado están bien y no se complementan demasiado… Yo veo otro DIVORCIO. Concretemos citas con los guisantes y las zanahorias de arriba!!
🙂