CONVERSACIONES DE ASCENSOR.

El otro día, estaba tomando unos Cosmopolitans con mis amigas Carrie y Samanta en casa de Miranda cuando la vecina de al lado (una ex-monja, con pelo gris y corto, de unos 70 años) nos ‘petó’ la pared como una loca para que nos callásemos. Digo ‘petó’, porque no hay mejor palabra para definir esos golpes en la no-muy-robusta pared de la bonita casita de mi querida Miranda. En ese preciso instante dejamos de hablar sobre si las acciones de Telefónica caerían y empezamos a debatir sobre cuál ha sido la mejor canción del verano de todos los tiempos. Cuando ya estaba casi decidido que the best summer song EVER era la de «Follow the leader«, la ex monja con pelo gris y corto, de unos 70 años volvió a ‘petar’ a la pared. Y ahí fue cuando nos pusimos serias y empezamos a hablar susurrar sobre ese tema: LOS VECINOS.

Vecinos

A todos nos ha pasado. Entras en el ascensor y cuando le vas a dar al botón.. ¡¡sorpresa!! abre la puerta del portal el vecino del octavo y viene corriendo para que no te vayas… ¡¡Ya no tienes escapatoria!! No te da tiempo a disimular y decir que prefieres ir por las escaleras para la operación bikini. En nuestra mente ponemos los ojos en blanco ¡Qué manía tiene la gente con querer subir acompañados! Entonces da comienzo la típica conversación de ascensor: “ Hola vecino, vaya día hace, ¿verdad? – Sí un día malísimo, a ver si llega el verano. – ¿Que vienes de currar?, – Sí, mira que horas.”

Todos tenemos vecinos. De hecho, todos tenemos los mismos TIPOS DE VECINOS, y para eso estoy yo aquí, para advertiros. Por eso os invito a leer esta lista hecha con mucho amor, sudor y lágrimas; es una guía que espero que os sirva para afrontar posibles situaciones con estos especímenes. No están todos los que son, pero son todos los que están:

1. En primer lugar os presento al vecino pesado o quejica, ese que cuando celebramos un cumpleaños, tenemos que cantar “Cumpleaños feliz” por turnos, no vaya a ser que se moleste. Un ejemplo de este especimen es la ex monja con pelo gris y corto, de unos 70 años que nos estropeó la velada a mis coleguis y a mí.

 2. Los vecinos que juegan a las canicas, son los vecinos de arriba, a los que a determinada hora del día siempre se les cae una canica al suelo, pero ¿¿cómo es posible?? ¡¡si tienen 90 años!! Pues sí. Es un fenómeno que pasa en todos los edificios del mundo.

3. Vecinos ruidosos, son los que imitan a los ñus que, en avalancha, arrollaron a Mufasa. Estos vecinos de vez en cuando recrean el trágico momento moviéndose por su casa cuales animalitos de la selva. A veces también juegan a ser caballos con tacones. Gracias a estos vecinos España es uno de los países del mundo con mayor contaminación acústica.

4. Parte fundamental de esta lista es la vecina cotilla. La que manda callar a sus hijos para poder escuchar como comentas con tu mejor amiga todas tus historietas del sábado noche, o como discutes con tu novio y rompes con él porque al salir de la ducha ha dejado el suelo empapado. A veces, estas escuchas también pueden ser ayudadas por las paredes que, con esta modernidad del pladur, las hacen muy finas. Yo descubrí a mi vecina cotilla un día que estornudé y la vecina me dijo: “¡Jesús!”.

5. Después está el curioso caso del vecino que siempre saludaba. Yo de momento no he tenido ningún vecino así, pero me parece un caso digno de nombrar. Este fenómeno suele aparecer en las noticias de sucesos. Cuando detienen a alguien por asesinato y los periodistas preguntan a sus vecinos por la forma de ser del delincuente, se da la extraña situación de que las vecinas siempre indican que el asesino era agradable y que siempre saludaba.

6. A colación de lo anterior, está el vecino que nunca saluda. Es un vecino raro, desconfiado, nadie sabe a qué se dedica (a la vecina cotilla la tiene loca), no tiene un horario claro. Si tenemos suerte y nos lo encontramos dentro del portal o en el ascensor nos dirá un ‘hola’ apenas audible, pero como nos lo encontremos por la calle, ya nos podemos olvidar del saludo.

7. Familia apellido: los identificarás porque son una familia con muchos hijos, no sabes el nombre de ninguno y en el vecindario se les conoce como “Los García».

8. Los músicos: se caracterizan por ser un matrimonio con dos hijos; tanto la hija (de diez años), como el hijo (un muchacho de 16 años) tocan instrumentos. Ella toca la flauta dulce y solo se sabe una canción. De tanto practicar toca bastante bien aunque al final del día la melodía se te hace un poco repetitiva y se te puede llegar a «clavar» en el cerebro. Él toca la guitarra eléctrica y no es que lo haga mal, el problema es que elige extraños horarios para tocarla.

9. Por último, están los vecinos apasionados a los que les voy a dedicar esta vulgar y ordinaria molona poesía anónima que me he encontrado. Ahí os va, con todo mi amor y cariño:

«Queridos vecina y vecino,

todos os adoramos,

gracias a su «pepino»

las noches en vela pasamos.»

 

«Ella gritando mucho,

él gritando algo menos,

aunque parezca flojucho,

agarra fuerte sus senos.»

 

«Nadie se lo esperaba,

a estos vecinos potentes,

¡Madre, como chillaba!

y parecía impotente…»

 

«La historia que os he contado

de unos vecinos sin par,

que no sé si lo han pillado…

¡¡DEJAD YA DE FOLLAR!!”

Hasta aquí los tipos de vecinos a los que he estado estudiando y observando durante 2 largas semanas. Ahora voy a llamar a los de El Idealista para que nos hagan un favor a todos y, a partir de hoy, en los anuncios de compra/alquila piso en los que suelen poner una frase del tipo: “piso totalmente reformado, luminoso, con terraza”; añadan otra frase del tipo: “el vecino de enfrente es un plasta”. Porque después pasa lo que pasa y te vas a vivir allí y el piso no es ni tan luminoso, ni tan reformado, pero el vecino es un plasta de cojones.

"where's the elevator?"

**fotos de Pinterest

7 respuestas a «CONVERSACIONES DE ASCENSOR.»

  1. Mi vecina es un horror,me ha tirado huevos a mi coche y también la moto,no la he visto pero estoy segura d q es ella,estoy HARTAAAAAA!!! Como siga dándome x saco la voy a denunciar,q mala y q amargada tiene q estar!

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