Creo que me acostumbraré a vivir aquí. Aunque no existan persianas que al amanecer me tapen la luz que penetre por esas ventanas industriales, no pasa nada, lo superaré y me terminaré acostumbrando al despertar con vistas al Hudson.
También tendré que acostumbrarme a tener que bajar escaleras para acceder a MI vestidor.
Intentaré adaptarme a la vida en el barrio de Chelsea, N.Y. Yo creo que si en su día me adapté a las cucarachas marrones del al Upper East Side, podría vivir en un Penthouse de Chelsea, todo sea intentarlo.
En verano, tendré que acostumbrarme a cenar en la terraza de casa y a convivir con los mosquitos ricachones del barrio. Aprenderé a compartir la cena con ellos.
Vosotros, mis invitados, también dormiréis sin persianas, haced el esfuerzo y traeros un antifaz cuando vengáis de visita.
Mi huevito coche también tendrá que acostumbrarse a dormir en su garaje habitación sin persianas. Pobrecito.
Y ahora en serio, me lleváis? 🙂 Soy pequeñita de tamaño estándar y quepo en una maleta!!
La colcha de la cama no pega con el marco de la viestraZ por dios!