HE VUELTO!! Ya sé que la espera se os ha hecho eterna, es normal, pero es que necesitaba un tiempo para reflexionar y para encontrarme a mí misma (al final me encontré; estaba en Zara mirando trapitos).
Una de mis profundas reflexiones ha sido la siguiente: hay personas que en verano adelgazan, personas que en verano engordan y después estoy yo, que en verano me expando, como las galaxias. Supongo que la causa de mi problema es el calor (los cuerpos se dilatan, decían en el cole). Bueno, del calor y también de que mi alimentación cambia un poco en relación al resto del año. Os cuento:
Mis desayunos varían según el día de la semana. Pocos Algunos días me apetece un simple vaso de leche con galletas; otros, me decanto por tostadas con mantequilla de cacahuete y mermelada (ÑAM); y los días especiales me regalo unos pancakes (ÑAM ÑAM).
El sushi y yo, yo y el sushi: no importa que vaya el burro delante para que no se espante; tenemos un amor envidiable, nos amamos, nos queremos, nos respetamos… ME LO COMO LIKE IF THERE WAS NO TOMORROW. Puedo comerlo, merendarlo, cenarlo… no pasa nada, me encanta. Este manjar tampoco falta en mi dieta veraniega de todo el año.
En verano salimos mucho a comer/cenar fuera. Me encanta pedir algo de picar antes del plato principal. Los nachos me apasionan, pero si no hay nachos, el pan con mantequilla salada también es un clásico. Me sirve.
Y que no falten los restaurantes en los que, cuando pides el café, te traen unas pastitas o unas FRESAS CON CHOCOLATE. Os quiero. En serio.
Pero tampoco voy a engañaros; los fines de semana o mejor dicho, los lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sabados… los días que salgo y bailo hasta altas horas de la madrugada, mis desayunos antes de acostarme consisten en hamburguesas con patatas (con ketchup y mostaza, por favor), huevos fritos con bacon, o macarrones con queso. He de decir que este desayuno siempre voy a tomármelo por ahí, antes de retirarme, no quiero arriesgarme a encender los fogones de casa y terminar de after party con los bomberos (o sí?).
Después de semejantes desayunos, al amanecer, trato de compensar la noche ingiriendo agua con limón y comiendo verduritas al vapor.
JAAAAAAAAAAAAA! Os lo habíais creído! En realidad lo único que me apetece es comer espaguetis a la boloñesa y de postre tartas y helados variados.
El sándwich de jamón y queso es un básico en cualquier despensa. En la mía nunca falta el pan 8 cereales de Thins que he descubierto hace no mucho; a la venta en el súper más cercano (abónenme el dinero por la publicidad en mi cuenta corriente a la mayor brevedad, gracias).
Y nada, yo sigo sin entender por qué en verano me expando, a lo mejor es que retengo líquidos. Con estas fotos me despido hasta septiembre la semana que viene, que ya tengo bastante con seguir comiendo todo lo que os he contado.
Y que no falte un poco de sal y pimienta en vuestras vidas!!
Estas fotos maravillosas son obra de David Dschwen, ¿no es lo mejor que habéis visto desde el concierto de los Rolling?
Qué guays son las cosas guays, madre mía.
Una respuesta a «REFLEXIONES DE VERANO.»