A veces siento añoranza por planes que nunca todavía no he hecho, como puede ser la ruta 66; qué queréis que os diga, me encanta imaginarme en mi Cadillac solitario, melena al viento, cruzándome con calaveras de búfalos tiradas por el desierto y cosas así; algo parecido me pasa con algunas cosas. Echo de menos cosas que nunca he tenido, nunca tendré y , si las tuviera, no las usaría.
Por eso, al encontrar esta web, me ha entrado la morriña de cosas. No cocinar no implica no soñar; mirad: