PONME UN CAFÉ.

Y vosotros ¿cuántos cafés os tomáis al día? Yo dos.

En verano muchas veces le pongo hielo. Y con leche de almendras, a poder ser. No soy alérgica a la lactosa, ni me he sumado a la moda de las leches vegetales porque digan que es más sano, me pasa desde pequeña. Pero no me di cuenta hasta que fui mayor. Se me infla la barriga como un (pez) globo. De pequeña creía que era normal ir al cole con el estómago hinchado y revuelto después de desayunar un tazón de colacao con medio paquete de galletas, claro. Que diréis “y ahora resulta que la leche te hincha, pero después te inflas a cervezas”. Bueno, mira, prioridades, pero me estoy yendo por las ramas.

Y es que hoy ya llevo tres cafeses y me siento mas espídica que una ardilla chutada de estupefacientes. Creo que voy a ir al súper, a bailar el pollo, a un partido de rugby y después terminare de hacer el cambio de armario. Y vosotros ¿cuántos cafés os tomáis al día?

QUÉ SUERTE

Ya está aquí esa temporada de: ya sabéis. Viajes, fines de semana fugaces de sol, piel de gallina al meterse en el agua, pero qué gusto a la vez.

Qué suerte. Ya está aquí esa temporada en la que se está más guapa. Porque dicen que tomar el sol no es bueno, pero se tiene el guapo subido, eso es así. Vivir. Qué puestas de sol, qué colores, carrerita a la orilla porque cómo quema la arena. Besos de sal. Litros de after-sun. Calippo de lima limón. Conciertos al aire libre. El primer sorbo de una caña. A quién no le va a gustar esta temporada. Cuantas historias por escribir. Qué os voy a decir que no sepáis. Qué alegría y que divertida es esta temporada que ya está aquí.